miércoles, 31 de octubre de 2012


¡Que se quemen mierda!  tal cual hoguera, sacrificio y muerte de cada hoja, de cada una de ellas como en un sangriento ritual azteca, su corazón sangrante, presto a reventarse y  ofrecido al sol.
Es una blasfemia!! Pensé , es un castigo a la reminiscencia del alma pensé.
A su ímpetu de eternidad.
De momento, me detengo, siento que alguien me sigue.
Puedes leerlos, robarlos pero ¡no quemar los!, pero ¡no la hoguera! eso era darle muerte a uno de tantos.
 a un pequeño dios inocente culpable, que en ese momento a moría a gritos.
El él blasfemo tal vez maldito, decía hermoso a aquello, aquel posible desgraciado maldito dijo a susurros ¡mirad! Es la reminiscencia de las hojas que vuelan hacia el universo, ¡mirad! es la esencia al cosmos mismo dijo que gritaba el libro desmembrado por las llamas.

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